
Llevar tacones altos, prendas que oprimen, posturas incorrectas, falta de ejercicio e incluso una mala alimentación son factores que unidos al calor del verano pueden provocarnos la sensación de tener las piernas congestionadas y cansadas. Día tras día, soportan peso, presión y castigos que, sin darnos cuenta, nosotros mismos les imponemos. La circulación se ralentiza, el ...
Sígueme